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Yoshito Matsushige

 

 Yoshito Matsushige, reportero gráfico en un periódico local, se encontraba en su casa cuando sucedió la catástrofe, concretamente a unos 3 kilómetros del epicentro. Estaba sentado en el sofá, con el pijama todavía puesto y acabando de tomarse un café, mientras leía el periódico. Fue entonces cuando a través de las rejas de su ventana brilló un silencioso fogonazo.

 

Yoshito se vio repentinamente deslumbrado: “fue, cómo lo diría, como sí el mundo a mi alrededor se hubiese vuelto de un blanco brillante”. Quedó inmediatamente cegado “como si hubiesen disparado un flash de magnesio justo ante mis ojos”. Cuando llegó la onda expansiva, que lo sorprendió con el torso desnudo, “fue como si centenares de agujas se me estuviesen clavando a la vez”. Fragmentos de las paredes y el techo volaron por los aires.

                

"Fue como si centenares de agujas se me estuviesen clavando a la vez"

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