La ciudad de Hiroshima fue fue fundada en 1589 sobre la costa del mar Interior de Seto por el señor feudal Mōri Terumoto.

 

En el momento del bombardeo, la ciudad de Hiroshima tenía cierta relevancia a nivel industrial y militar. Algunos campamentos militares se encontraban en los alrededores, incluyendo los cuarteles de la Quinta División y los del Segundo Ejército General del Mariscal de Campo Hata Shunroku, quien comandaba la defensa de toda la parte sur del país. Hiroshima no ha constituido una de las bases más importantes para el ejército japonés hasta el momento, pero sí le ha servido como lugar de abastecimiento y logística para operaciones menores. La ciudad ha sido un centro de comunicación, lugar de almacenamiento y un área de reunión para las tropas.

 

El centro de la ciudad contaba hasta el momento de la explosión con varios edificios reforzados de hormigón, así como estructuras más ligeras y, por tanto, fácilmente derribables. Fuera del centro, pequeños talleres de madera estaban ubicados entre los hogares japoneses. En cambio, las afueras de la ciudad siempre se han caracterizado por predominar las plantas industriales. Las casas eran de madera con pisos de teja, al igual que otros muchos edificios industriales, por lo que toda la ciudad en su conjunto ha sido expuesta a graves consecuencias en caso de incendio.

 

La población de Hiroshima se situaba en la cifra de 381.000 habitantes antes de la guerra, pero hace escasos meses, justo antes del bombardeo, comenzó a disminuir regularmente debido a las evacuaciones sistemáticas ordenadas por el gobierno japonés. Se estima que en el momento del ataque, hace tres días, se encontraban en Hiroshima alrededor de 255.000 personas.

 

El Banco de Hiroshima, uno de los edificios más emblemáticos de la época en la ciudad, situado a trescientos metros del epicentro donde estalló la explosión, fue totalmente destruido, muriendo casi la totalidad de las personas que allí se encontraban.