Teruko Suga
La joven tiene tan solo 17 años y pasará a la historia como uno de los pocos supervivietes a la masacre de Hiroshima. Teruko describe el lunes como un día luminoso. Había ido caminando a la Oficina de Correos, cerca del Ayuntamiento de la ciudad, a 800 metros del epicentro. Su jornada acababa de empezar y se encontraba arreglando algunos papeles cuando de repente el edificio empezó a temblar. Los cristales saltaron por los aires y cuando miró hacia la calle por una ventana una luz muy brillante le cegó completamente. El resplandor se apagó enseguida y de repente todo era oscuridad. “Eran las 8:15 de la mañana de un día soleado, pero estábamos envueltos en una noche cerrada, pensé que el Sol había caído sobre nosotros’. E n la calle solo se oían los gritos de auxilio.
El edificio era el más resistente en el barrio y al salir a la calle Akuko comprobó que era el único que seguía en pie. Todo a su alrededor había desaparecido y en mitad de las ruinas la gente caminaba con partes del cuerpo colgando y horribles quemaduras en sus cuerpos. “A muchos no les quedaba un centímetro de piel. Parecían zombis.”