Desde que el antisemitismo empezó a aflorar en Europa justo antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, su país de nacimiento, Italia, se convirtió en un lugar peligroso para su mujer, Laura, de origen judío. Por este motivo, el científico y su familia se trasladó a Estados Unidos. Allí se convirtió en uno de los pilares fundamentales del proyecto nuclear, el proyecto Manhattan.
Apenas llegó a Estados Unidos, comenzó a trabajar en la Universidad de Columbia, que recibió los primeros fondos para ver si era factible construir una bomba. En 1942, Fermi consigue construir el primer reactor nuclear de la historia, una pila atómica de uranio. El reactor de Fermi inició tanto los reactores nucleares modernos como la fabricación de armas atómicas. Fermi se convirtió en asesor del proyecto Manhattan en el laboratorio secreto de Los Álamos y fue una de las piezas fundamentales en el desarrollo de la bomba.
Una mente privilegiada
