Fabricación de la bomba
La fabricación de una bomba atómica es un proceso altamente complejo, en el que el isótopo 235 es el elemento clave para llegar a provocar la fisión. Para ello, debe ser anteriormente enriquecido de manera que su concentración sea superior a la natural.
Este primer elemento sufre un proceso de transformación hasta producirse la fisión, donde al juntarse uranio y plutonio se libera una gran cantidad de energía. Esta es la esencia del reactor, que acumula esta energía y la libera al detonar provocando las explosiones que hemos vivido en los últimos días.
Preparación de un proyectil atómico.
Científicos, ingenieros y ejército colaboraron en el proyecto Manhattan y en la fabricación de las bombas. En 2 años fabricaron un complejo industrial con el fin de fabricar combustible para la bomba. La prueba tendría lugar a 320 kilómetros de su lugar de trabajo, en Los Álamos, una aislada localidad ubicada en las montañas a 2.100 metros de altura a la que solo se podía acceder por una carretera.
Estos científicos huyeron de Europa y se instalaron en EEUU en cuyas universidades encontraron refugio. En 1938 llegaron noticias alarmantes de Alemania. Los científicos germanos habían dividido el átomo bombardeando núcleos de uranio con neutrones que los hacían inestables. Durante la división tenía lugar una pérdida de masa que producía energía cinética. Habían descubierto la fisión y con ella abrieron la caja de pandora.
El diseño de la bomba de uranio se completó en febrero de 1945. Le pusieron el nombre de Little Boy porque pesaba menos de 450 kilos y medía 1,80 metros. El diseño para Fatman se aprobó en marzo y se programó una prueba en el mes de julio.
El pasado 16 de julio, en el desierto de Nuevo México, se realizó la primera prueba con la bomba atómica. Recibió el nombre enclave de Trinity. Los científicos esperaron en sus puestos. Se encontraban a 35 kilómetros de la bomba. A las 17.30 el mundo entró en la era atómica con un intenso destello al que siguieron una repentina ola de calor y una impresionante onda expansiva. La bola de fuego ocupó una extensión de 12.000 metros. El poder explosivo de la bomba fue similar al de 20 toneladas de TNT. Las predicciones de la mayoría de los científicos se cumplieron.