El papel de Einstein en el proyecto Manhattan ha sido decisivo. Las implicaciones del descubrimiento de la fisión por parte de los alemanes aterrorizaron a Leó Szilárd, que decidido a advertir a Roosevelt, decidió buscar una influencia para poder hacerlo. Esa influencia era el físico alemán Albert Einstein. Slizárd escribe una carta al presidente de Estados Unidos y para ello contó con Einstein como aliado.
Leó Slizárd, junto con Winger y Edward Teller acudieron a ver a Einstein, y le pusieron al tanto de las investigaciones de fisión alemanas. También le hicieron saber sobre el papel estratégico del uranio, la alta probabilidad de que los alemanes pudieran producir bombas atómicas y sobre la necesidad de que el gobierno norteamericano tomara medidas urgentes. De este modo, Einstein firmó la carta que le llegaría a Roosevelt. Einstein sostenía que tenía razones para creer que “el elemento uranio puede transformarse en una nueva e importante fuente de energía en el futuro inmediato [...]".
El 11 octubre 1939 como respuesta a la carta que Einstein y Slizard habían mandado al presidente, Roosevelt forma el Comité Consultivo sobre Uranio.