Desde que emigró a Estados Unidos, sus aportaciones en el campo de la física fueron magníficas. Cabe destacar que en 1939 fue uno de los científicos que acudieron a ver a Albert Einstein para persuadirle a escribir la carta al presidente Roosevelt. En 1941, cuando se nacionlizó, fue invitado a sumarse al proyecto Manhattan, en el desarrollo de la primera bomba atómica.
Pero a pesar de sus aportaciones al desarrollo de dicha bomba, últimamente hemos sabido que Teller no estaba interesado en la fisión nuclear del átomo, sino en la bomba de hidrógeno. A diferencia de Oppenheimer, que apostaba por el proyecto Manhattan, Teller quería una “super bomba”, por lo que se ha negó a realizar los cálculos sobre la implosión de una bomba de fisión y el trabajado fue encargado a Hans Bethe.